'El Chopo' detiene el tiempo

Ver esa luz de emoción en los ojos de 'El Chopo' cuando rememora el primer día que pisó el vestuario del Athletic o asistir al momento en el que evoca cómo Zoco le llamaba “benjamín” al llegar a la Selección por ser el más joven del grupo no tiene precio para uno que tuvo tiempo, de muy niño, de subirse al carro de los que idolatraban a este ejemplo de sobriedad. Su poder de intimidación residía en eso y lo admite: en taponar al enemigo sin adornos, con ese uniforme negro copiado de su ídolo Yashin. Ahora también impresiona al que tiene a su lado simplemente para darle un premio. Sigue siendo sobrio, no es una de esas leyendas que anda contando chistes al que se le acerca.

Su planta y su figura imponen, pero cuando le pones la alfombra del fútbol, se pasea mentalmente por ella con interminables recuerdos que forman parte de la historia del fútbol mundial. La figura de Iribar está muy presente aún hoy en día. No hay viaje que haga el Athletic que no le aborde un grupo de aficionados que aún se conmueve recordando sus paradas. El tiempo se detiene a su lado. Agradecido por el premio que le ha dado As, un tributo más a una carrera ejemplar, lo que más le reconforta es que la gente le diga que disfrutó viéndole con el candado en la portería. “Para eso trabajamos”. Palabra de leyenda.