A Morata se le tuvo poco en cuenta en el Madrid. Es una obviedad que admite poca discusión. Al madridismo le duelen, en parte, sus goles en el Chelsea al ver el rendimiento que ofrece partido a partido Benzema Su éxito personal se contrapone a la apatía futbolística y goleadora del galo. Es el momento de señalar por qué el delantero español decidió fichar por el Chelsea.

Conviene poner las cosas en perspectiva. Morata no se fue del Bernabéu por gusto, dijo adiós por una cuestión de confianza. Sentía que hiciese lo que hiciese siempre iba a estar por detrás de Benzema en las preferencias de Zidane. No quería poner en juego su presencia en el Mundial, aunque su ambición siempre fue triunfar en el Madrid. Hasta donde le dejaron lo logró, pero su trayectoria remite a un sueño incompleto. En la habitación de Morata lució durante mucho tiempo un póster personalizado regalo de sus padres. Era un montaje fotográfico con la imagen de Raúl que intercambiaba la cara del mítico '7' por la suya. "Álvaro, algún día serás tú", le dijeron.

Zidane intentó convencerlo con palabras para que se quedara hasta el último momento, pero los antecedentes distorsionaban un discurso poco creíble. El evidente trato de favor del que gozaba y goza Benzema, beneficiario de un sentimiento de impunidad inquebrantable y salvado por su ocurrencia en el Calderón de la temporada pasada, inclinó la decisión de partida de Morata, avalado por su patrimonio goleador y una fe elogiable.

La estadística rebate la gestión del club blanco en este asunto. Los 15 goles de Morata dieron hasta 15 puntos al Madrid en LaLiga pasada en la que Benzema hizo cuatro goles menos en 582 minutos más. La diferencia se ha disparado en este inicio de curso. El internacional español suma ya diez goles y cuatro asistencias con el Chelsea por los cinco tantos y un único pase decisivo del galo con el equipo blanco. El Madrid pierde comba en esta campaña y añora la trascendencia de un futbolista como Morata, que mantiene un vínculo con Conte que nunca tuvo con Zidane. Al técnico francés y al protectorado presidencialista con Benzema se les puede responsabilizar de la fuga del delantero español. Ambos motivos liquidaron la legítima aspiración del delantero de hacer carrera en el Madrid y han debilitado la estructura de un equipo que sin él es mucho menos. Son Florentino, Zidane y Benzema los que ahora recuerdan a Morata.