El Real Madrid salió y vapuleó al Herbalife Gran Canaria este domingo. A lomos de Luka Doncic (cada vez huele más a NBA) ganó por 24 puntos, aunque pudieron ser más, en un escenario relajante para Laso y sus chicos: en diez jornadas de la Liga Endesa solo han cosechado una derrota. Fue en el Clásico contra el Barcelona. El resto, victorias. Triunfos para calmar los nervios, para reamarse y coger confianza antes del verdadero reto, la Euroliga que se está poniendo oscura para el baloncesto español con cuatro de sus cinco representantes fuera del playoff en estos momentos. Solo el Madrid resiste, pero... 

Queda todavía una vida para la Final Four de Belgrado, pero el Real se ha complicado la vida. No encuentra la tecla correcta ni dentro ni fuera del WiZink en la máxima competición continental. Son cinco derrotas en los seis últimos encuentros: Khimki, Maccabi, Baskonia, Panathinaikos y Estrella Roja. De la primera plaza durante cuatro jornadas a caer a plomo hasta la séptima, con el mismo balance que Zalgiris y Brose Bamberg, octavo y noveno, respectivamente. Una mala situación, extraña y preocupante, derivada de las múltiples y relevantes bajas que han azotado desde el verano (recordemos: Llull, Kuzmic, Ayón, Randolph...) que trajeron a Tavares y pusieron en un brete a Laso. Por eso, estos triunfos en la Liga Endesa son balsámicos. Dan confianza. Dan paz antes de que regrese la lucha continental con próxima parada en Atenas. El Olympiacos y Spanoulis esperan.