¡Muchísimas gracias! Espero veros otra vez en febrero...
Lo primero que quiero es pediros perdón. Perdón porque os hemos considerado una selección B, o C, porque nos hemos centrado más en los que faltaban que en los que estaban y porque entre todos os hemos faltado el respeto. Las bajas no nos han dejado ver a unos jugadores que brillan en la ACB y que han luchado por esa camiseta hasta la extenuación. Que la han defendido como pocos, que en Montenegro se quitaron los nervios y en Eslovenia nos regalaron un auténtico partidazo.
La Federación nos metió el miedo en el cuerpo antes de esta Ventana con una posible ausencia en el Mundial y en los Juegos. Falta de confianza en un equipo lleno de talento y sobre todo de ganas. Y qué ganas le habéis echado. Ha sido un lujo veros. Nos habéis devuelto a nuestros inicios, cuando no estábamos acostumbrados a subirnos al podio cada verano, cuando cada victoria había que lucharla hasta el final. Y cuando nos dibujabais una sonrisa con esa garra, con esa lucha. Un orgullo ser español.
Lo confieso. No había disfrutado tanto con España desde el partido de Francia en el Eurobasket de 2015. Con un último cuarto para enmarcar, con una defensa de diez, con Vidal pidiendo protagonismo desde la línea de 6,75, con Llovet y Saiz cerrando la pintura, y con Paulí demostrando que hay futuro en este equipo en el que debutó un jovencísimo Sergi García. Con Vázquez volviendo a un equipo que no debió abandonar nunca, con Quino Colom reivindicándose por estar en ese Mundial... Por eso, perdón y muchísimas gracias. Espero que nos volvamos a ver en febrero.