McLaren: de la frustración al optimismo... sin paradas
"Frustrante" es el adjetivo con el que define Zak Brown el año de McLaren en la entrevista de Manuel Franco. Sinceridad para demostrar que en Woking la sensación de decepción había alcanzado el punto álgido con Honda. Tres temporadas de trabajo sin resultados acabó con el idilio que anunciaba grandes éxitos. Y nadie aguantaba más. Desde la gran estrella en la pista, Fernando Alonso, a los dueños de McLaren Group, Mumtalakat Holding (grupo inversor de Bahréin propietario del 50%) y Mansour Ojjeh (dueño de otro 25%), pasando por los dos jefes del equipo de F1, Zak Brown y Éric Boullier. Unanimidad en los gerifaltes para decir adiós al motor japonés.
Y como pasa en otros aspectos de la vida, el cambio tras la decepción conlleva una ilusión desmesurada con la nueva adquisición. Renault es la pareja que ahora enamora a McLaren y los británicos ya hablan de victorias en 2018... antes de correr el último gran premio con Honda. El optimismo predispone y favorece el éxito, pero no lo asegura. El espejo en el que reflejarse es Red Bull y la ambición les hará trabajar duro; sin embargo, hay que recordar que la firma gala lleva 11 años junto a los 'energéticos, los dos últimos bajo denominación TAG Heuer. Quizá hablar de triunfos no beneficie a McLaren por si las cosas no empiezan como esperan. Recordar errores pasados suele ser una buena solución para el futuro.