Premio al riesgo. El Atlético se agarró a la Champions cuando se desató por completo y asumió toda ventura. Se había enredado durante casi 70 minutos en el 4-3-3 del Roma, anudado por dentro, con poco vuelo por las alas e inofensivo en el área. Simeone alteró el mapa.

Cuatro delanteros. Sacó a Correa (58') y a Gameiro (67') para disponer una especie de 4-2-4, con el argentino en la izquierda y Griezmann en la derecha y con libertad para aparecer entre líneas. Di Francesco no reaccionó y el Atleti reanimó su ataque y poder de definición.

Desde atrás. Griezmann dejó a un lado su borrosa trayectoria reciente y capitaneó el triunfo rojiblanco. Desde una posición más retrasada noqueó al equipo italiano. Acunó el partido a su bota izquierda y se sublevó en favor de la causa (gol y asistencia sobresalientes).

Dos pulmones. Irreductible toda la noche, Torres generó siempre, con más o menos acierto, ciertas incomodidades a la zaga rival. Fundamental en el primer gol. Gabi, que no salió de inicio, ajustó la medular y anuló cualquier atisbo de reacción italiana. Este Atleti está muy vivo.

Ataque total

Los cuatro con los que acabó arriba sometieron al Roma. Filipe tenía otras cuatro opciones de pase en la jugada del 1-0.

Cambio táctico

El Atleti tuvo un problema todo el partido por su banda derecha. Correa pasó a ese costado para ayudar a Thomas después del primer gol. Funcionó.