La crisis trajo a LaLiga y a Telefónica
La crisis económica y el enfrentamiento público entre Miguel Cardenal, expresidente del Consejo Superior de Deportes, y Alejandro Blanco, su homólogo en el Comité Olímpico Español, sólo dejaron un par de cosas buenas. Una: las Federaciones se apretaron el cinturón —no era raro, por ejemplo, ver expediciones de directivos superiores a las de deportistas en competiciones internacionales— y buscaron recursos ajenos a Papá-Estado. Y dos: CSD y COE se aplicaron por su cuenta en aportar socios que pudieran paliar las estrecheces de las Federaciones. De los 73 millones con los que el CSD subvencionó a estas en 2009, se llegó a bajar a los 38,8 de 2013 (51,7 este año). Y el ADO, con las empresas ajustando su cuenta de resultados, adelgazó de los 62 millones de Pekín 2008 a los 31 de Río 2016.
Así que Cardenal, aprovechando el Real Decreto de derechos audiovisuales del fútbol de 2015 y su buena sintonía con Javier Tebas, consiguió que LaLiga patrocinara a las Federaciones (cinco millones en 2016) y quedara comprometido un 1% de la recaudación a pagar la Seguridad Social de los deportistas de élite. El Real Decreto que desarrolla este aspecto ya está redactado... y no convendría que se demorara en la mesa del Consejo de Ministros. Blanco, por su lado y preocupado porque la falta de dinero rompiera la cadena de transmisión en la base, encontró a Telefónica y sus becas Podium para Sub-23. 1,4 millones este año. Vitales. Y sumó a la UCAM, la universidad murciana que tuvo a más de 50 de sus becados en Río. Marcus Cooper, oro allí con 21 años, es un producto de todo ello. Que dure.