España relaja su defensa

Paso atrás. La Selección afeó su brillante trayectoria con un pasaje en Rusia atendido con excesiva relajación. La deriva defensiva del partido deja ciertos síntomas preocupantes para un equipo al que le sobra gol, pero cuya armadura aún se resiente.

Boquete en el medio. Se extravió España por el carril central durante el último tercio del primer tiempo, desubicado Busquets y desnaturalizados Thiago e Iniesta sin el balón. Rusia se benefició de la propensión al riesgo de Ramos, que apenas anticipó.

Tres centrales. Lopetegui buscó corregir el desequilibrio replanteando el sistema con una defensa de tres y dos carrileros (Callejón y Alberto Moreno) tras el descanso. No sólo no mejoró el escenario sino que empeoró. Esta vez no le funcionó el arreglo táctico.

Los saques de banda. Los deslices defensivos se explican también por errores de concentración significativos. El segundo gol de Rusia llegó tras un lanzamiento de banda en el que Piqué, Ramos y Busquets no cerraron. El 3-3 derivó de una pérdida de Asensio tras un saque a favor. Desatenciones que no se pueden repetir.

Busquets, fuera de zona

El mediocentro del Barcelona salió a presionar y se originó el espacio en el medio. Ramos también encimó y Rusia casi marca en esta jugada.

Sin marca

La defensa de tres crujió por no fijar bien a los delanteros de Rusia. Piqué y Nacho vacilaron en la ocasión final de Smolov que pudo ser el 4-3.