De los 11 a los 16 años jugó de 9, de mediapunta, de segundo delantero y de 11 en la cantera del Barça. De alevín, infantil y cadete fue un delantero virguero y con gol. Pero como no estiró se tuvo que buscar la vida lejos de La Masía donde no siempre estuvieron bien vistos los bajitos. Se fue al Cornellà juvenil. No le desmotivó, como suele ocurrir, que le echaran de la cantera de un grande y le fichó el Valencia. Se fogueó cedido en el Nástic de Tarragona y volvió para triunfar en Mestalla y desde de la Ciudad del Turia se catapultó para un regreso triunfal al Camp Nou.