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RAÚL ROMOJARO

Ducati trabaja como equipo

Lorenzo ha sido claro a lo largo de la temporada acerca de su disposición para ayudar a Dovizioso y en Sepang ha cumplido con su palabra.

Las estrategias de equipo están permitidas en el Mundial de MotoGP, al igual que en la Fórmula 1. No tienen que considerarse necesariamente órdenes de sus responsables, también podemos categorizar así las decisiones individuales que cada piloto pueda tomar en beneficio del proyecto común de su escudería. Jorge Lorenzo ha sido claro a lo largo de la temporada acerca de su disposición para ayudar a Dovizioso en caso de necesidad en la lucha por el título y en Sepang ha cumplido con su palabra. Me resulta indiferente si la marca italiana dio órdenes al mallorquín o la elección fue exclusivamente suya (aunque me inclino por lo primero), pero lo evidente es que ha renunciado a su primera victoria vestido de rojo para que su compañero mantenga vivas las opciones de proclamarse campeón en Valencia.

Lorenzo tenía que contemporizar en una carrera tremendamente complicada, hasta que un susto que casi le lleva al suelo fue la señal inequívoca de que había llegado el momento de cambiar el paso. Desde este instante el español perdió el ritmo que había exhibido hasta entonces y no inquietó a Dovizioso, que logró así una victoria valiosísima para sus aspiraciones. Después vinieron las declaraciones de los responsables del equipo (“Hemos hecho lo que había que hacer”) y del español (“No lo he intentado al límite”) para certificar que Ducati ha jugado con acierto las cartas que le habían caído en esta mano. Hubiera sido ridículo ver celebrar a Lorenzo un triunfo en el podio mientras que Dovizioso decía adiós a la corona. Nada que objetar en este sentido porque este, que nadie lo olvide, también es un deporte de equipo.