Zidane y el 5-2-2-1 de Machín
Estructura local. El Girona representa una anomalía dentro del fútbol español. El equipo de Pablo Machín utiliza un 5-2-2-1 o 5-3-2 desde hace más de cuatro temporadas. Este dibujo, con gran arraigo en Italia y cada vez más empleado en todo el panorama europeo, le diferenció en Segunda División al atragantársele a la mayoría de los rivales y le sirvió para tejer un ascenso merecido. El Atleti de Simeone lo padeció en el estreno liguero y ahora le toca al Madrid de Zidane encontrar el camino que pueda desactivar la singularidad gerundense.
Hoja de ruta. Los precedentes cercanos contra el Tottenham y el Eibar, que utilizaron un esquema similar, podrían beneficiarle, aunque con ciertos reparos. Ante el conjunto inglés nunca estuvo cómodo y el equipo vasco era sólo el segundo partido que se desplegaba bajo estas coordenadas, con los desajustes lógicos que eso genera. El Madrid requerirá de una operativa más efectiva y elaborada en Motilivi, alargando a los laterales (Achraf y Marcelo) y expandiéndose a partir de la matriz de Modric, Kroos e Isco.
Carrileros de alcance. Machín planifica su ataque a través de la proyección de Maffeo y Aday por los costados. Dos futbolistas con manifiesta vocación ofensiva, buen pie y también con capacidad para alcanzar la línea de fondo. El Girona es el segundo equipo que promedia más centros buenos al área de la competición (29%), únicamente por detrás del Betis.
Kroos y Modric. Maffeo y Aday se suelen colocar en posiciones intermedias que dificultarán el engranaje defensivo madridista. Achraf y Marcelo tendrán complicado fijar su marca y, al prescindir Zidane de extremos, serán Modric y Kroos los que custodiarán sus incorporaciones. El Girona se valdrá de cada ayuda tardía para ganar profundidad.
Inicio de la jugada. Al Madrid le reforzará establecer una presión alta para obstaculizar la salida local, que se articula en la superioridad que construye con los tres centrales y la referencia de Pere Pons en el eje para buscar a Maffeo y Aday en las alas. Si Cristiano y Benzema no se involucran en esta tarea, el conjunto de Zidane tenderá a descompensarse y abrirá la puerta al avance del Girona.
Balón a Stuani. Siempre le quedará al Girona el recurso del juego directo hacia el uruguayo cuando el Madrid enfoque ordenadamente sus movimientos de presión, elemento que le permite al equipo de Machín minimizar riesgos en la salida. El delantero, con estimables condiciones aéreas, desahoga para las apariciones de Borja García y Portu desde segunda línea. Y el gol no le sortea: cuatro tantos en LaLiga, más que cualquier jugador del Madrid.