Diez años de Informe Robinson
Diez años de emociones. Joyas que poner a buen recaudo. Relatos sobre leyendas, héroes conocidos o no, fracasos, vidas cruzadas, o simplemente vidas. Uno tiene en mente un puñado de favoritos, dependiendo del momento emocional que atravieses reproduces uno u otro, como las buenas canciones o las grandes películas: el esfuerzo de la gimnasta Carolina Rodríguez por volver, el rescate que no pudo finalizar con éxito del montañero Iñaki Ochoa de Olza, cualquiera sobre Seve Ballesteros o Rafa Nadal, desde el “Cuando fuimos campeones” hasta “el Conquistador Javier Fernández” o “el Milagro de Carolina Marín”. Son sólo los primeros que me vienen a la cabeza. Desde aquí mi enhorabuena a Michael Robinson y a los que él llama “sus chicos”, Luis Fermoso, José Larraza, Raúl Román, José Luis de la Osa y todos los demás. Felicidades.
Gravísima falta de respeto. Ana Frank fue una niña judía que junto con su familia pasó la infancia huyendo de los nazis. No tuvo suerte, capturada fue llevada a Auschwitz, en el campo de concentración fallecería con 15 años. Su diario relató el infierno sufrido. Los ultras del Lazio mostraron fotografías con su cara y la camiseta del Roma. Una inaceptable y gravísima falta de respeto. La Liga italiana guardó un minuto de silencio en la jornada que se disputó entre semana en todos los estadios en memoria de las víctimas del Holocausto, los jugadores mostraron camisetas en rechazo del antisemitismo. Una buena idea, de mejor ayuda sería impedir que los radicales accedan a los estadios. ¿Volverán a sentarse en el Olímpico de Roma? Llueve sobre mojado. #Sinrespetonohayjuego.
Asier Garitano, el hombre milago. Como tantos otros críos de Euskadi, Asier jugaba a pelota vasca y al futbol. El Athletic lo fichó con diez años, Lezama le permitía compatibilizar ambos deportes. Fue un buen delantero, alcanzó el Bilbao Athletic y una más que aceptable carrera, aunque quedó a un paso de jugar en Primera. Supongo que es el tramo de vida menos conocido de Asier Garitano. Como entrenador ya es historia, quiera o no, porque no le gusta nada el jabón, de hecho le incomoda. En su primera temporada en el Leganés consiguió el ascenso de Segunda B a la División de Plata, en su segundo año lo mantuvo con la gorra, en la tercera el histórico ascenso de Miranda a Primera, hoy lo tiene en posición europea, es quinto con sólo tres goles encajados en nueve partidos. Obsesionado con crecer de la mano del club, hoy dirige una plantilla muy apañada, preparada para sufrir y cumplir el objetivo. Perderá, y seguramente mucho, pero el rival habrá sudado tinta para superar al Lega.