Que lo celebren los chavales de la Sub-17. Que griten y sonrían, que canten y se abracen. La final de un Mundial les espera. Da igual la categoría. Es un Mundial. Y es la final. Los sueños de estos adolescentes han pasado desde niños por estadios abarrotados en los que estaba en juego el título de mejor equipo del mundo. Desde Córdoba a Vigo, desde Madrid a Badalona, estos jóvenes, como tantos otros, han llenado parques figurando esa ilusión. La ilusión que ahora es real para una generación 2000 fantástica, una de las mejores que ha dado el fútbol español sin duda. Los técnicos suelen resaltar las del 87 y 92 como las mejores cosechas. Hay que ir añadiendo también esta de 2000.

Ante Mali, como no podía ser de otra manera, volvió a aparecer su líder, goleador y alma: Abel Ruiz. Hace tiempo ya expuse en otro artículo su parecido futbolístico razonable con Benzema. Juega bien con los pies, lo que le convierte en algo más que un nueve. Otros dos goles suyos lanzaron a La Rojita ante una Mali tremenda, subcampeona del mundo y doble campeona de África. Ni la superioridad física aplastante amilanó a los de Santi. Con Gelabert en modo mago y Abel Ruiz siempre presente, dibujó otro capítulo de un sueño que sólo tiene a Inglaterra como última escena. El destino dirá. O 'Karim' Ruiz decidirá. Quién sabe.