La herida de la sanción de la FIFA sangra ante equipos top
Segundo partido del Atlético ante un equipo top de Europa y mismas sensaciones. Unas sensaciones que no se tienen ante equipos que habitan en una planta más baja, dígase Sevilla, Valencia o Athletic, donde los rojiblancos demostraron que, con los jóvenes que dieron un pasito adelante, les bastó para seguir demostrando que son el tercero a batir. Pero Chelsea o Barça son palabras mayores, como lo pueden ser City, United, PSG o Madrid, potencias que te dejan al descubierto las heridas de la sanción FIFA, la gran diferencia de poder acercarte a ellos con tres o cuatro fichajes que marquen diferencias. A pesar de que las lecturas de ambos partidos sean diferentes, ante el equipo blaugrana hubo más opciones de victoria, más minutos de control, donde los cuatro centrocampistas de Valverde hacían de los rojiblancos ser felices con atasco por el medio y, claro, contar con ese jugador al que veo más implicado que nunca, Messi, el argentino no entiende de invitaciones, el sigue siendo feliz comiendo en mesa parte. Son tres o cuatro fichajes, muchos para 10 jugadores de campo, jugadores predestinados a marcar diferencias y dar mayor influencia a los que quedarían en el banco. Ante Chelsea y Barça, el Atleti se hundió en lo táctico y lo físico, faltando frescura para controlar el juego y a veces defenderse con el balón, con más posesión que pérdidas.
Caso aparte es el de Saúl. El canterano dio otra exhibición de poderío, portento en lo físico que le facilita a la hora de abarcar hasta hectáreas si se lo propusiese. Está en el Top-3 mundial de centrocampistas con su edad. Lopetegui busca para partidos de enjundia un escudero para Busquets y tiene en él un firme candidato para Rusia. No me extraña que alguno sueñe con un trivote Matic, Pogba y Saúl, aunque me da que, hoy, tiene unas raíces metropolitanas bien arraigadas. A expensas de como se adapten en enero los nuevos, hay que decir que el aficionado debe seguir siendo optimista, su ejemplar equipo sigue estando saludable, incómodo y combativo para seguir instalado en la tercera plaza, ahora para acercarse a los top, hace falta que la herida de la sanción FIFA cicatrice.