Béisbol en tiempos de crisis
En Venezuela se ha creado una discusión estéril acerca del nombre que acompaña a la temporada 2017-2018 de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional. El circuito rentado ha anunciado que se llamará “Liga Pdvsa, Copa Maltín Polar”, con patrocinios de la principal empresa del estado y de la organización privada más grande del país.
Lo cierto es que la LVBP ha conseguido nuevamente el espaldarazo del gobierno para llevar a cabo la temporada, con un desembolso total de 9.959.000 dólares a ser repartidos entre los ocho equipos que conforman el circuito.
Esta vez, en una gran jugada de la liga, intentan tapar esa exorbitante cifra con el patrocinio de Pdvsa, aunque sabemos que son los habituales dólares preferenciales que recibe el béisbol para sustentarse y llevar a cabo un espectáculo en tiempos de crisis.
Venezuela pasa por una situación económica, política y social catastrófica. El dinero es invertido en armas, en béisbol, en grandes conciertos con tintes políticos, pero nunca para medicinas, comida o, por ejemplo, para el apoyo al deporte menor.
Miguel Cabrera, en otra de las grandes jugadas del inicialista de los Tigres de Detroit, tuvo que en asumir los gastos del viaje de Venezuela al Panamericano sub 10, para evitar que den forfeit en esa categoría. Para eso si no hay billetes verdes, pero para otras cosas sí.
El béisbol se ha convertido en la prioridad del gobierno una vez más. Todo se puede estar cayendo alrededor, pero el principal pasatiempo del venezolano no se toca. Cueste lo que cueste
Al final, nos encantaría que Pdvsa pudiera ser tan generosa con otros deportes y; sobre todo, con los productos de primera necesidad que reclama el pueblo venezolano. Sólo nos queda disfrutar de otra temporada, aunque sabemos que por el bolsillo del consumidor, en los estadios no estará montada la fiesta de otros años.