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El Madrid no necesita a Odriozola

Si algo mínimamente positivo puede extraer el Real Madrid de la inesperada dolencia de Carvajal es que va a poder comprobar que no tiene un déficit en el lateral derecho. El interés blanco en el realista Odriozola no es nuevo y viene cocinándose en varias tandas, aprovechando el buen feeling del club con su entorno. La pericarditis del leganense, que podría tenerle de baja varios meses, y el debut del vasco con la Selección contra Albania (pese a llevar apenas una veintena de partidos en Primera) sólo ha acelerado un proceso ya latente.

Otra cosa es que sea necesario. Y no lo es.Si algo le sobra al Real Madrid es caudal de talento y futuro en el lateral derecho. Carvajal tiene 25 años y Achraf cumplirá 19 en breve. Está cubierto el presente y el recambio generacional. Todo se reduce a si en la planta noble del Bernabéu creen que Achraf está preparado. Zidane sí lo cree. “Mientras no esté Dani, Achraf puede jugar, no tendré miedo a ponerlo”, así le respaldó el francés tras el 2-0 al Espanyol. Nadie tiene, además, que explicarle al marroquí lo que significa el Real Madrid. Lo sabe desde los ocho años.

Puede existir la tentación, especialmente entre el aficionado, de mirarle el pasaporte y hacer comparaciones. Pero, si Achraf juega con Marruecos no es por falta de calidad, es por voluntad propia. De hecho España quiso reclutarlo el año pasado para la Sub-19 y la Federación se encontró con que ya tenía decidido honrar la camiseta del país de sus padres, Hassan y Saida. Con los Leones del Atlas se ha adueñado de un hueco en la absoluta, confían en él hasta de lateral izquierdo y este sábado se las vio con el gabonés Aubameyang. En edad juvenil está jugándose ir al Mundial. Si algo no echa en falta el Madrid, aunque no sea el PSG o el City, es dinero.Pero tampoco es plan de obviar el factor crematístico.

Odriozola tiene una cláusula de 40 millones recién estrenada y la Real se atrinchera en Línea Maginot cuando le hablan de negociar. Ahí están Iñigo Martínez y el Barcelona para dar fe. Firmar un cuantioso cheque por un futbolista que sería suplente de Carvajal a un lado de la balanza; al otro lado, apostar por un repuesto que no costó un euro a la vez que se sigue demostrando a las promesas de La Fábrica que pueden tener hueco en el Madrid. Eso es lo que tienen que sopesar en Concha Espina.