No convenció Piqué con su comparecencia a todos los que fueron al Rico Pérez. Hubo silbidos de España, de esos silbidos irrespetuosos e inexplicables, como los que silban al himno en la final de la Copa del Rey, de esos silbidos amparados en la libertad de expresión, por supuesto, pero que no tienen razón de ser. Pero esos silbidos de España no afectaron al equipo de Lopetegui. Despistados por el follón de Piqué, nadie adivinó el once titular en el que el seleccionador sorprendió con Odriozola, Saúl y Rodrigo. Y con Koke y Thiago juntos. España le dio un repasito a Albania.

Con De Gea, elegantísimo de negro e imbatible, con Isco rindiendo como un crack, con Silva, fenomenal, España presentó su candidatura al Mundial. Con más suspiros que silbidos, España volverá a campeonar. Por poner un pero, se echó en falta a Marcos Alonso, que tiene mejor planta, está en mejor forma y juega mejor de carrilero que Jordi Alba.