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Caso Bale: veritas liberabit vobis

Gareth Bale, por desgracia para todos los que amamos el fútbol y a los grandes jugadores como él, se lesionó en Dortmund. Otra vez. Un contratiempo más en la controvertida carrera del galés. Existe una contradicción tormentosa en su trayectoria profesional. Poseedor de un físico portentoso, a su vez su cuerpo muestra unas fragilidades terribles en cuestiones musculares. Por fuera parece un ‘purasangre’ de carreras inglés. Tranco alto, pierna fibrosa y alargada, poderoso juego aéreo, zurda exquisita… Lo tiene todo para triunfar como uno de los grandes de la historia de este deporte. Pero esta película del género dramático ya la vimos con Prosinecki y Robben. Futbolistas excepcionales, pero con un físico de porcelana. Además, sus sóleos de ‘alto riesgo’ están condicionado su rendimiento porque juega con muchas precauciones y hasta parece haber cambiado la pisada para evitar justo lo que le pasó en Dortmund. Otra vez roto…

Pero en vez de hacer este análisis realista y fiel a la verdad que les he desarrollado a ustedes unas líneas antes, el Madrid se ha empeñado en estos últimos diez días en enviar mensajes contradictorios para descargase de responsabilidades. Hasta Zidane, un bendito y un hombre intachable, empezó por decir en Dortmund que al galés se le habían “subido los gemelos”. Incluso, en la víspera del Madrid-Espanyol insinuó que hubiera podido forzar para entrar en la convocatoria, pero no quería asumir riesgos. “No tiene nada importante”, remarcó. El técnico quiso restarle importancia para que los medios no aireáramos lo que es vox pópuli entre la propia afición: Bale es un jugador propenso a las lesiones. Negar la mayor es absurdo. Aunque duela, es mejor afrontar el problema mirándole a los ojos y sin maquillar un asunto que ya pasa de castaño a oscuro.

El club deslizó el miércoles que la lesión se le había producido en Gales, tras su primer entrenamiento con su selección. Así maquillaban lo de que en Dortmund había sido “una nimiedad”. Pero los galeses, y hoy con Coleman al frente, niegan que el jugador se ejercitase ni un solo segundo con ellos. Flaco favor le hace el club campeón de doce Copas de Europa al galés. Si llega a ser verdad esa teoría, absurdo pero aún peor. Hubiese aumentado la fama de frágil de Bale, capaz de lesionarse en esos días con el Madrid y también con Gales… Es curioso. Desde la planta noble me dijeron esto en 2009 para explicar por qué vendieron a Robben por sólo 25 millones de euros: “No podemos pedir más por el holandés. Es un gran futbolista, pero se rompe cada dos por tres. Se lesiona demasiado”. Pues Robben jugó más porcentaje de minutos con el Madrid que Bale... Ahora nadie se atrevería a afirmar eso. ¿Se puede saber qué miedo hay en decir las cosas por su nombre?”. Ya lo dice el Evangelio de San Juan, capítulo 8, versículo 32: VERITAS LIBERABIT VOBIS (“La verdad os hará libres”). Pues eso.