El Valencia Basket vive un momento dulce. El 16 de junio ganó su primera Liga, el pasado sábado se coronó en la Supercopa… Y este miércoles celebró “el día más importante de los 30 años del club”, en palabras de su consejero delegado, Paco Raga. Los dos trofeos presidieron un acto que congregó a autoridades políticas y deportivas, incluso tan enfrentadas como la FIBA y la Euroliga, que aprovecharon para hablar (llegar a un acuerdo es otra historia). Nos referimos a la inauguración de L’Alqueria del Basket, también llamada ‘la nueva casa del baloncesto’, una instalación de 15.000 metros cuadrados con 13 pistas, que albergará, para empezar, a 49 equipos de base con más de 500 chavales. No hay nada parecido en España. Ha costado 18 millones, que ha pagado una persona que allí llaman directamente ‘el Mecenas’. 

Hace unos días leímos en ‘El País’ un reportaje titulado: ‘Los dueños de Mercadona, los Médici de Valencia’, en alusión a las inversiones de Juan Roig y su mujer, Hortensia Herrero, en deporte y cultura. El ‘Mecenas’ ha apostado sobre todo por el baloncesto, pero también por el atletismo popular y por becas para deportistas valencianos, en estos casos a través de la Fundación Trinidad Alfonso, que lleva el nombre de su madre, a quien siempre destaca como inspiración. El acceso a la cancha principal está tocado por ‘El Muro de los Sueños’, donde figuran los 40 jugadores de su cantera que han llegado a la ACB. “Espero que el próximo capitán de la Selección salga de aquí”, dijo el máximo accionista del club, que sueña y hace los sueños realidad. La siguiente parada: “Ser campeones de Europa”. Ahí queda.