El juego verbal de los técnicos
No tenemos el mismo objetivo que el Villarreal”, dijo Quique, dejando claro que “ellos son un equipo Champions”. Escribá, a 250 kilómetros de distancia, comentó que “el Espanyol está construido para pelear por lo mismo que nosotros”. Alguien percibe la realidad de manera distorsionada, quizás es que en Cataluña se ven las cosas distintas. Los números son clarificadores: el límite salarial del Espanyol es de 60 y el del Villarreal, de 87. “Un equipo que se gasta 15 millones en tres jugadores es de Champions”, añade Quique. El Espanyol se ha gastado tres millones en siete piezas y solo dos serán titulares. En este combate de boxeo dialéctico el perico tiene más razón que el amarillo, pero...
Si el fútbol fuesen solo números, no haría falta jugar la Liga. El Atlético no tiene ni la mitad del dinero que el Barça y Madrid y en 2014 levantó el título, o Las Palmas y Eibar están siempre por encima de lo que indica su presupuesto. Hay que romper también el muro del límite salarial, que parece imposible de saltar. ¿Se conocía hace una década los presupuestos de salarios de los clubes de Primera? Seguro que el del Espanyol no distaba demasiado de la posición actual, y así se ganó una Copa o se alcanzó la final de la UEFA. Los equipos están para que se salten de la lógico. Quizás Escribá ve ese potencial en el Espanyol y Quique no. O es un simple juego verbal.
