Salvó una genialidad de Correa

El Atlético no respondió en el campo a una fecha tan histórica como la inauguración de su nuevo estadio. Menos mal que una genialidad de Correa permitió a Griezmann ser el primer goleador del Wanda Metropolitano, conseguir tres puntos de oro en un partido muy malo de los rojiblancos. En especial en el primer tiempo, en el que siempre jugaron como quiso el Málaga e incluso Oblak tuvo que hacer un milagro de los suyos para evitar que los andaluces se adelantaran en el marcador. El centro del campo colchonero siempre estuvo perdido y nunca supo dar el ritmo adecuado.

De todas formas lo mejor fue el ambiente en las gradas y en los alrededores. La afición vivió una noche que nunca olvidará y el estadio estuvo a la altura de las circunstancias. Lo que pasa es que el proyecto de esta temporada sigue teniendo una penitencia: la ausencia de gol. El Cholo hace muchas combinaciones, lo mismo que con los centrales, y no termina de dar con la pareja perfecta. Hasta el momento, a este Atlético le están acompañando más los resultados que el nivel futbolístico que ha exhibido. Simeone y la plantilla tienen que analizar seriamente sus errores y rectificar.