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El derbi de pepineros y hambrones

Madrid

Leganés, pepineros; Getafe, hambrones; y Villaverde, la fama de los llorones”. Era un dicho popular de la villa de Madrid con el que los capitalinos bautizaban a los habitantes de estos lugares cuando los únicos campos que existían entonces eran de hortalizas. Luego vino el fútbol, llegaron el Leganés y el Getafe, nació el ‘derbi del sur’ y la modernidad, que todo lo cambia y no siempre a mejor, hizo que los aficionados de uno y otro equipo ahora prefieran gritarse “aldeanos” y “legañosos”.

Leganés y Getafe siempre han sido vecinos y, como tal, no siempre se han llevado bien, pero tampoco del todo mal. El recuerdo de los  primeros Lega-Geta eran de campos de tierra, con jugadores no profesionales pero donde el pique existía: la prima por ganar al vecino era el doble que por ganar un partido a cualquier otro rival. Luego llegó el profesionalismo, la etapa de los Duques. Luis Ángel Duque y Luis Sánchez Duque dirigieron a Leganés y Getafe en la primera época dorada en Segunda. Ambos dieron ejemplo hasta el punto de que acabaron intercambiándose los banquillos. Luis Ángel, el que más veces ha dirigido al Lega y autor de mil y una frase genial, cuando era insultado al llegar a Leganés con el Geta abría la rueda de prensa diciendo: “A palabras necias, la trompa de Eustaquio en perfecta relajación”. Al insistirle si le incomodaba vivir un ambiente hostil en la que siempre fue su casa, soltaba la mayor: “Mira, yo empecé a entrenar cuando Caín inventó la volea al pegarle una patada en los huevos a Abel”. Hace 13 años que no hay derbi del sur. Hoy es día de fiesta. Tengámosla en paz, y vivámosla con humor.