Llull, Mirotic... y las bajas
Llull. Te echamos de menos. La Selección, la afición y los periodistas. Perdemos mucho sin él. En su mejor temporada llegó la peor lesión. Tendremos menos defensa, menos puntos y menos asistencias, pero él no es muy de quejarse ni yo muy de llorar, así que no recordaré más su baja en el Eurobasket. Ya lo harán sus compañeros. Antes de cada partido, en el corrillo, van a corear su apellido como grito de guerra. El "Llull, Llull, Llull" sonará en Rumanía y Turquía como eco del que no está, pero a la vez del que nunca se fue de la mente de sus colegas de Selección.
Ausencias. Tiene su aquel que la cita de los altos arranque con tantas bajas. Con los que no están se puede hacer una selección para ganar el campeonato. Por no citar a los nuestros siempre, no estarán Teodosic, Parker, Hezonja, Antetokounmpo y Vesely (menudo quinteto). Así que la cosa podría ser como tomarse un café sin cafeína o una paella sin marisco, pero no se confíen... otros harán de ingredientes principales del menú y estamos muy hambrientos de buen básquet.
Montenegro. Nuestro primer rival es interesante. Cualquier selección que tenga que ver con la antigua Yugoslavia ya asegura calidad. Ojo a Dulbjevic, que nos conoce, aunque nosotros también a él. Los entrena Tanjevic, que tiene ya dos medallas europeas con dos selecciones. La primera fue en 1981, así que imaginad si tiene experiencia. Pinta que no logrará con Montenegro la tercera, aunque el primer partido nos suele costar ganarlo. Es más, a veces empezamos palmando para acabar colgándonos el oro. Si perdemos, me agarraré a esta teoría como un veraneante a un refresco en un chiringuito playero en plena ola de calor.
Mirotic. Hispano-montenegrino. El partido lo verá en Chicago. Una pena. El básquet debe arbitrar fórmulas de protección para que los negocios NBA no nos priven de tanta estrella. ¿Qué tal campeonatos con menos equipos a finales de junio? Ya, ya sé, llegarán cansados tras la temporada, pensaréis muchos, pero llegarán. En vez de tanta Ventana, estaría bien abrir una puerta a ideas de consenso. Por cierto, Nico deseará que gane España, por si alguno duda.