Tenemos una agenda polideportiva muy intensa en esta semana, con varios campeonatos internacionales de federaciones olímpicas, todos con representación española. Unos se arrastran de la semana anterior y otros comienzan en estas fechas. Coincidirán en el tiempo los Europeos de hockey hierba (masculino y femenino) y de voleibol (sólo hombres). También los Mundiales de piragüismo (ese vivero de medallas en los Juegos), de boxeo amateur y de rugby femenino. Además se disputará la prueba de Estocolmo de las World Series de triatlón. Y se estrenará un nuevo evento, los Roller Games 2017, esos juegos de patinaje sobre ruedas que celebrarán su primera edición en Nanjing (China) del 26 de agosto al 10 de septiembre, dos años antes de desembarcar en Barcelona.

Son deportes poco mediáticos, como también lo es el bádminton. Ahí, sin embargo, reluce un nombre propio, Carolina Marín, una pionera en España y un ídolo en Asia, donde cada información sobre ella se traduce inmediatamente al inglés y al chino. Este miércoles debuta en los Mundiales de Glasgow con un desafío extraordinario: convertirse en la mejor de la historia. Esta es la inédita motivación que ha encontrado junto a su técnico, Fernando Rivas, para no bajar la guardia. Ninguna jugadora ha ganado tres títulos, ni seguidos ni alternos. Hay cuatro chinas y la propia Carolina con dos, pero nadie exhibe un triplete. Para ello se ha machacado en la Blume, con entrenamientos específicos que suponen una vuelta de tuerca sobre los métodos que la llevaron al oro olímpico en Río, hace un año y cinco días.