Un jugador llamado Barcelona

Tiempo infernal para todo en Barcelona. La melancolía de las pérdidas, el dolor y el terror. Ni tinc por. El fútbol, un juego en medio de la seriedad de los rostros. Barcelona en la espalda de los futbolistas. El gesto catalán del Betis, el eco internacional de la desgracia en el mundo y en los abrazos de los aficionados. ¿El partido? Lo más bello, esas camisetas con el nombre repetido de los futbolistas. Todos fueron Barcelona. Messi se destacó entre todos. Es la luz de este Barça. Jugó con fuerza y sin fortuna, tres jugadas suyas acabaron en el poste. Él es Barcelona, todos los demás fueron Barcelona.

Pero Barcelona, los aficionados que también nos llamamos Barcelona, lo mira caminar sobre el campo como si se guardara una noticia que si es que sí sería feliz para el equipo y para los que lo amamos. Y si es no… No será no, espero que no. Dijo Jordi Martí, que es tan buen barcelonés como barcelonista, en Carrusel: “Messi es un windsurfista debajo de la ola”. Cuando salga de la ola empezará otro tiempo.