Premier: espectáculo frenético
Se abre el telón de la liga inglesa y se ve un escenario embadurnado de dinero, en el centro del cual están algunos de los entrenadores más conocidos del mundo, y algunos de los clubes con más seguidores y mayores arcas del mundo. El resultado es un espectáculo cada vez más frenético y por tanto excitante para el espectador, donde el orden de los grandes técnicos se enfrenta al deseo de más caos por parte de las aficiones, donde el proceso ha perdido su importancia en favor del cambio de cromos, y donde una competición que tan pronto como salta el charco mayormente fracasa seguirá siendo la más vista del planeta. La selección Sub-20 de Inglaterra ha ganado el Mundial pero seguramente ninguno de sus futbolistas serán titulares habitualmente en la Premier, una apisonadora que puede con todo mientras la federación intenta defender a sus internacionales con espadas de madera. Una liga de contrastes pues.
El City es el favorito por lo que se ha gastado, pero también porque sigue unas pautas de juego que, bien aplicadas por futbolistas de talento, les hará difíciles de parar. El Tottenham ha sido el equipo más consistente de los últimos dos años y seguirá buscando competir con lo que tiene (no ha fichado), Wenger parece estar en su última oportunidad, el Chelsea ya no podrá jugar un partido por semana, será un placer volver a ver a Rafa Benítez en la Premier y Mourinho tendrá complicado, pese a la inversión, pasar de sextos a campeones. Todo ello dará para cientos de portadas, controversias y, teniendo en cuenta el gasto y las consecuentes expectativas, grandes partidos y enormes decepciones.