La medida original de Casemiro, Modric y Kroos

Desde el orden. Salta a escena el Madrid en su primer compromiso oficial del curso tras una pretemporada poco saludable en la que le ha faltado rigor. Se antoja enrevesado que doblegue al Manchester United desde patrones ajenos a la disciplina táctica. La jerarquía de Casemiro, Modric y Kroos será concluyente en la final.

De dentro a fuera. El conjunto de Zidane necesitará asociaciones fluidas en la medular, con Modric y Kroos como transportadores e Isco preparado para saltar líneas como enlace. Combinar por dentro con agilidad para habilitar las incorporaciones continuas de Carvajal y Marcelo.

Minimizar el error. El déficit de energía y fondo físico lógico a estas alturas provoca que cualquier equívoco en zonas sensibles pueda convertirse en letal. El Madrid tiene que tener el control absoluto en cada pase y esquivar las confusiones. No lo hizo en el amistoso previo de Santa Clara en el que contabilizó hasta 137 pérdidas. Nivel de exigencia máximo para el trío de centrocampistas.

Retroceso de Bale. En la conjunción de este Madrid sigue rechinando Bale, tímido en los ensayos previos. Sería sorpresivo que Zidane lanzase a Cristiano (todo es posible) a la titularidad. Asoma un factor a considerar. Valencia, liberado en el flamante 5-3-2 que podría disponer Mourinho, destaca por su extraordinaria velocidad. Bale no le anda a la zaga y debería socorrer a Marcelo.

Todo pasa por Herrera. No es el United un equipo con facilidad para iniciar el juego. Si finalmente no forma parte del once Matic y lo hace Fellaini, desautorizado en esta función, toda su capacidad de elaboración reside en Ander Herrera. El Madrid procurará que no reciba cómodo con una presión alta.

Balón a Lukaku. Otra solución del Manchester en la salida consiste en sacar provecho del juego aéreo de Lukaku. Varane y Ramos, bajo la asistencia de Casemiro, afrontarán un pulso de dimensiones con el belga.

Segunda línea. Una virtud de peso se escenifica en el equipo de Mourinho. La terna de mediapuntas y centrocampistas sobresalen por su llegada y finalización. Han marcado 12 de los 15 goles en sus siete partidos de pretemporada. Especialmente peligroso resulta el despliegue de Mkhitaryan (tres tantos en este verano), jugador dinámico y resolutivo entre líneas.

Repliegue necesario. Atendiendo a este panorama, el Madrid requiere mejorar su retorno a campo propio que tantas preocupaciones le generó en el amistoso de julio ante el mismo rival y también en el Clásico de Miami. Benzema y Bale están obligados a no desconectarse de sus atribuciones sin balón y el rombo del medio ha de ocupar los vacíos que puedan dejar los laterales.

Vigilar la estrategia. Los despropósitos en la defensa del balón parado (cuatro goles recibidos en este tipo de jugada) promueven otra incertidumbre relevante en el Madrid. Fallos de marca y distracciones individuales no admisibles en una Supercopa de Europa. Vital de nuevo el concurso certero de Varane y Sergio Ramos.

Carvajal y Marcelo. Las mismas dudas suscita la contribución defensiva de los laterales durante la pretemporada. Todos los rivales han encontrado a su espalda una ruta por la que explotar las debilidades del Madrid. No es un partido para que olviden sus responsabilidades.