Neymar, encima no nos tome el pelo

Admirado Neymar, por suerte, estas son las últimas líneas que le escribo. Porque mire que ha dado la matraca estas últimas semanas. A partir de ahora, el negociado pasa a la sección de fútbol internacional y la de juzgados, donde promete seguir dando mañanas moviditas. Le recuerdo que sigue teniendo una cita en la Audiencia Nacional por presunta estafa al Grupo DIS por la que le piden cinco años de inhabilitación.

Dice usted que se marcha del Barça sin haberle faltado el respeto a nadie y eso es mentira. Usted, durante estos días de incertidumbre ha sido un cobarde incapaz de dar la cara ante los medios de comunicación y sus superiores. Se ha escudado en esos amigotes que utilizan tan bien las redes sociales como mal sabe usted atarse cordones de las botas. Le faltó el respeto a toda la afición que le ha idolatrado a base de mensajes crípticos. No ir de cara es faltarle el respeto a la gente. Firmar una renovación millonaria hace ocho meses y decir que “el Barça es mi vida, me veo muchos años en Barcelona” no es ya faltar el respeto a la gente. Es ser un mentiroso. Por no hablar del hecho de irse a Oporto a pasar una revisión médica filtrando en el mismo aeropuerto que se iba a Londres a desconectar.

Nada nuevo para usted, que ya cuando se fue del Santos aseguró no haber visto en su vida al señor Delcir Sonda, que fue el primero que apostó por usted, le hizo un contrato vitalicio y le pagó el viaje a Israel donde conoció a Pini Zahavi para irse a la Premier. Si no recuerda a Sonda, al menos recordará a su chófer. Es el padre de la madre de su hijo.

Seguramente la culpa no se a del todo suya. Aquí le han permitido de todo. Que el cumpleaños de su hermana fuera fiesta de guardar y que se impusiera al calendario de competición, que después de protagonizar el mejor partido que se le recuerda (la remontada al PSG) se borrara al día siguiente para viajar a Riazor y el Barça perdiera la Liga. Supongo que en París, donde no tendrá a Messi al lado para hacerle de pararrayos, deberá dar un paso más. Está más que capacitado para hacerlo.

Tenía usted todo el derecho a irse del Barcelona para buscar nuevos retos, cobrar más, aunque diga que eso no le mueve al mismo tiempo que reclama esa prima de renovación, o estar al lado de sus amigos brasileños bajo la dirección de Unai. Todo eso es perfectamente entendible, pero por favor, deje de tomarle el pelo a la gente. Empezando por el mensaje que colgó ayer en las redes sociales hablando de que el Barça es més que un club y que Barcelona es una nación (ahí se lió el community) y acabando por el discurso infantil en su presentación en París.
Mucha suerte.