La MLS: el pastel más codiciado
El poder mediático del Madrid era el trampolín definitivo que necesitaba la MLS. Una liga que empieza a europeizarse, abandonar los apodos llamativos y pasar a imitar la estética de los clubes del viejo continente. Un ejemplo: el equipo local del All Star, los Chicago Fire, deben su apellido al Gran Incendio que arrasó la ciudad en 1871. Así es Estados Unidos... Y eso ha pasado de moda. La aficionados ahora son más entendidos y la nueva franquicia que debutará en 2018 en Los Ángeles cometerá hasta un sacrilegio. Incluirá en su nombre (Los Angeles Football Club) la palabra football (al estilo inglés) en vez de soccer, el término estadounidense para el balompié. Football, en el país de las barras y las estrellas, es el fútbol americano, el deporte nacional. Es superar una línea roja.
Lejos queda aquel boom setentero con Pelé, Beckenbauer, Cruyff y Best. También el reflote al hilo del Mundial de 1994. El objetivo de la MLS es superar al hockey hielo y al béisbol en audiencias televisivas gracias al mercado latino. La última oferta por los derechos para los próximos diez años es de 4.000 millones de dólares… Hay más. Don Garber, el comisionado, quiere ampliar la liga a 22 equipos y hay bofetadas por entrar. Las franquicias valen un 80% más que hace cuatro años y se nota: Ronaldo y Maldini invirtieron en clubes menores y Beckham creará uno en Miami. El fútbol en EEUU es un pastel muy goloso y todos quieren su porción.