El planeta para diez segundos
Hace 25 años, la judoca Almudena Muñoz sumó el quinto oro de España en Barcelona 92; la Selección de fútbol pasó a semifinales tras batir a Italia (1-0) con un gol de Quico (luego Kiko); el tenis aseguró una medalla con el duelo en cuartos Arantxa-Conchita; el bielorruso Vitali Scherbo ganó el concurso completo de gimnasia y el segundo de sus seis oros, en una de las citas olímpicas más prestigiosas... Y, sin embargo, los ojos del mundo estaban puestos aquel 1 de agosto en los menos de diez segundos que iba a durar la carrera más seguida del planeta: los 100 metros. Venció un británico de 32 años nacido en Jamaica, Linford Christie, con 9:96, por delante de Fredericks, hoy implicado en corruptelas en la IAAF y el COI, y Mitchell. Al favorito le pesaron las piernas: Burrell fue quinto.
En la víspera se habló más de las bajas que de los presentes. En semifinales había sucumbido Ben Johnson, irreconocible tras su escándalo de dopaje. Pero el ausente más nombrado estaba de espectador en la grada: Carl Lewis. La severidad de los Trials le dejaron fuera de los tres clasificados estadounidenses, a pesar de ser el campeón en Los Ángeles 84 y Seúl 88. 'King Carl' participó en otras dos pruebas: ganó la longitud a Mike Powell por 3 centímetros (8,67 a 8,64) en el concurso estelar de aquellos Juegos, y el relevo 4x100. Así redondeó sus ocho oros olímpicos. Una marca sólo al alcance de otro mito: Usain Bolt, el velocista más grande de siempre. Bolt correrá este sábado los 100 metros en los Mundiales de Londres, su última presencia en un gran campeonato. Y el mundo parará otra vez.