La final que inspiró a Mingote

Felicito al club por haber elegido a la Fiorentina como rival del próximo Trofeo Santiago Bernabéu. Un guiño a la historia que convierte el partido del día 23 de agosto en una maravillosa incursión en la máquina del tiempo. Mi padre, que estuvo presente en aquella final de la Copa de Europa hace 60 años, siempre me ha contado que las gradas de Chamartín estaban repletas. “No cabía un alfiler, hijo mío”. Más de 120.000 almas, como se decía en el argot de aquella época. La locura por conseguir una entrada para el partido fue tal que el legendario Mingote, un humorista cuyas viñetas eran referencia de la cultura española, hizo una que fue muy comentada. Un genio sale de la lámpara y le dice a su dueño: “Soy tu esclavo. Pídeme lo que quieras, excepto una localidad para la final de la Copa de Europa”.

Di Stéfano, que puso su firma goleadora en las cinco finales de la Copa de Europa que disputó, y Gento rubricaron el justo triunfo ante los viola. Para los malpensados aclaro que se jugó en el campo del Madrid porque la UEFA decidió un año antes que la final de cada edición se jugase en el estadio del último campeón. Como vieron que lo del Madrid iba para largo, revocó su decisión y por eso las finales de 1958, 1959, 1960 y 1961 se jugaron en Bruselas, Stuttgart, Glasgow y Berna. En caso contrario, Chamartín hubiese acogido de pleno derecho todas ellas… El día 23 el Bernabéu será una fiesta para acoger al vigente campeón de Europa. Que nadie lo olvide. Una pretemporada con varios rasguños de chapa no puede emborronar el temporadón del que venimos. La Fiore sabe desde hace 60 años qué significa el mito de ‘Il Real’.