A vueltas con el fair play financiero

Desde 2009. Leo en un problema de 2º de Primaria: “Paqui quiere comprar un reloj que le cuesta veintinueve euros, pero ella solo tiene ahorrados once. ¿Cuánto dinero le falta?”. A Paqui le podemos dar dos consejos: que busque un reloj más barato o que siga ahorrando. Eso, tan de cajón, lo de no gastar más que lo que uno tiene o ingresa, es lo que la UEFA se propuso cuando en 2009 aprobó en Comité Ejecutivo el Juego Limpio Financiero. Ahora, ocho años después, esas siglas (FFP, derivadas de su terminología en inglés) se convierten en arma arrojadiza.

Pallotta o Tebas. El viernes era James Pallotta, presidente del Roma, quien dudaba de las cuentas del Milán (“no entiendo lo que pasa ahí: no tienen dinero para comprar el club, ya que recibieron 300 millones prestados de Londres, además con un interés muy alto. Gastan, pero pagarán las consecuencias”). Y ese mismo día, Javier Tebas aludía al FFP. Y era muy claro: “LaLiga denunciará al PSG por infringir el fair play financiero”. En su opinión, la política de Al-Khelaifi al frente del club parisino también amenaza “las normas de competencia de la Unión Europea”. En esa nueva cruzada, Tebas no descarta recurrir a los tribunales suizos de la competencia, a Bruselas, a los tribunales de Francia y España. Y en ese propósito damos por descontado que contará con aliados.

Las ideas de Ceferin. Porque el presidente de LaLiga no es el único que insiste en cumplir el FFP, que quedó negro sobre blanco y que por tanto no podemos dejar que se lo lleve el viento. Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, quiere ir un paso más allá. ¿Un lifting al FFP? Algo así. Límite salarial, impuesto de lujo sobre el traspaso y/o el sueldo del jugador o límite en los mercados de fichajes son algunas de las ideas que rondan por la cabeza del abogado esloveno.

En el buen camino. El problema de Paqui no encierra más que el espíritu del Juego Limpio Financiero, el modo de explicar a un niño de 2º de Primaria ese programa en el que conviven las deudas pendientes, los patrocinios, los salarios, las inversiones... El FFP se aprobó en 2009 “por el bienestar del fútbol europeo”. Así lo vendió la UEFA. Y si el movimiento se demuestra andando, aferrémonos a los datos del seminario que en septiembre de 2016 se celebró en Malta: un estudio a más de 700 clubes reveló que las pérdidas combinadas disminuyeron por cuarto año seguido. Sigamos ahí, con Ceferin, Tebas y quienes se quieran sumar. A ver si Paqui puede comprarse finalmente el reloj.