La expulsión de Sagan, correcta
Una etapa aparentemente tranquila terminó como la más polémica de esta edición del Tour. Todo se resume en los últimos kilómetros, primero la caída del maillot amarillo, de Geraint Thomas, y cuando se disputaba la victoria de etapa llegó la acción de Peter Sagan. Un codazo lamentable que provocó la caída de Mark Cavendish cuando intentaba pasarle junto a las vallas. El eslovaco tiene mucha clase pero lo que hizo era merecedor de la expulsión que se ganó, igual que le sucedió a Javi Moreno. Las reglas deben ser para todos por igual, aunque sea el actual campeón del mundo y uno de los más mediáticos, el Tour ha actuado de forma correcta mandándolo a casa.
Para mañana tenemos el primer final en alto de verdad, una cita perfecta para ver muchos ataques en la que comprobaremos cómo llega cada uno de los favoritos. Por lo visto hasta ahora, Porte parece el más fuerte, pero Bardet corre en casa y está es una buena oportunidad para lucirse tras los problemas que ha sufrido. Nairo tiene que demostrar que está bien tras el Giro y Contador querrá despejar las dudas que algunos tienen sobre él.
Froome llega en una posición privilegiada, con los treinta segundos de ventaja que logró en la contrarreloj inicial. Pese a ello, y por lo visto en años anteriores, sabemos que al británico le gusta marcar las diferencias desde la primera gran etapa de montaña y La Planche des Belles Filles, puede ser un lugar propicio para dar el golpe sobre la mesa que deje tocados a sus rivales por la victoria final.