Francesc Via

El Femenino no aprende

Cuando se consigue evitar in extremis un accidente mortal, uno suele pensar para sus adentros aquello de 'pa habernos matao' y acto seguido hace acto de contrición, propósito de enmienda y en suma, trata de aprender de sus errores. Es una regla básica del sentido común que es de habitual aplicación en todos los órdenes de la vida, pero que por lo visto no rige sobre el femenino del Espanyol. El año pasado ya tuvimos el peor femenino de todos los tiempos, pero si seguimos por este camino, el próximo puede ser que no lo pasemos flirteando con el abismo, sino que ya hagamos historia descendiendo al equipo. Y no es cosa de un año, sino una trayectoria clara. Fichajes de poco nivel, nula estructura deportiva y lo peor: ningún cuestionamiento para la persona que lleva años en solitario al frente de la nave y que se ha ganado a pulso tanto sus méritos como su necesario relevo, Titi Camúñez.

Perarnau y Mao ya lo saben. Lo han escuchado de la propia boca de las protagonistas en una reunión que se celebró recientemente. Saben que el femenino necesita una estructura renovada y joven, con métodos de hoy, que sea capaz de detectar y reclutar talento. Saben que falta presupuesto y administrarlo mejor. A partir de ahora, para bien o para mal, ellos serán los responsables.