La encrucijada Verratti

La Gazzetta ya sitúa en 100 millones de euros la primera oferta del Barça por Marco Verratti. El precio parece un disparate. Verratti sería el fichaje más caro de la historia del club por encima de Luis Suárez (81 millones) y Neymar (estimado en 86,2 aunque la última cifra oficial según la ex vicepresidenta económica Susana Monje es de 19,3 tras el discutido pacto con la Fiscalía y la Abogacía del Estado en el caso Neymar 1).

Lo cierto es que el Barça está en una encrucijada en este asunto. Por un lado, Verratti es el jugador ideal para recuperar la idea de fútbol combinativo del equipo. El ‘petit hibou’ tiene personalidad, juega bien al fútbol y por encima de todo tiene ambición de ganar. Se ha cansado de años algo insípidos en el PSG. Verratti sí es un nombre que ilusionaría en Can Barça. La crítica, y también el aficionado de a pie, ve en él una copia buena de Xavi. Una brújula. Alguien en el que, además del talento inmenso individual, el club se puede agarrar para recuperar su esencia de fútbol.

Cien millones de euros, pongamos ochenta si se quiere, exigen, no obstante, mucho. Para empezar, rendimiento inmediato desde el primer día, no un paso en falso como el de André Gomes. Eso conlleva presión. Para el futbolista y para el club, que además debería arremangarse para cuadrar las cuentas y hacerlas compatibles con el fairplay financiero y sus propios estatutos. Es una decisión difícil para el Barça, que en dos años se ha fundido 180 millones de euros sin demasiado sentido. Ahora que sí apunta a un jugador del nivel que exige su excelencia, está entre la espada y la pared. Si paga cien millones será un derrochador. Si no consigue su fichaje, corre el riesgo de que la brecha con el Madrid se empiece a hacer insalvable.