LeBron James, Kyrie Irving y el corazón de un campeón
Nadie puede discutir que la defensa desarrollada por Golden State se encuentra entre las mejores de siempre. Los datos así lo recogen. Para derribar el muro, Cleveland se vio obligado a batir varios registros históricos de anotación en unas Finales. Tres décadas hemos tenido que esperar para volver a ver a un equipo anotar 137 puntos, conseguidos gracias a un acierto mayúsculo: 24 triples convirtieron los Cavs. Números que permiten extraer una doble lectura. Es lógico pensar que los Cavs se aprovecharon de una cierta relajación de los Warriors al verse con un 3-0 a favor. Pero hay otra perspectiva para explicar lo ocurrido: Cleveland necesitó hacer un partido casi perfecto y que su Big Three contabilizara 94 tantos para tumbar a estos Warriors. Distintos prismas con los que acercarse al partido, si bien complementarios. Lo único seguro es que en su Día D, los Cavs se rehicieron con matrícula de honor para evitar el barrido y el sonrojo de tener que ver a su rival regando con champán su propio parqué. Muchos no esperaban una reacción así. Pero ya lo avisó Tomjanovich, nunca subestimes el corazón de un campeón. Y más si cuentan con LeBron e Irving en sus filas.