Pepe, siempre en nuestro corazón

Pepe ha sido durante diez años un jabato que ha defendido con bravura y orgullo el escudo del Real Madrid. Cometió errores. Sí. El de la maldita noche con el Getafe. Pero muchos quisieron demonizarle y enterrarle olvidando que detrás de esa apariencia física descomunal hay un hombre con corazón, mucho, y con sensibilidad, mucha también. Pepe supo rectificar y en los últimos cinco o seis años no se le encuentra una acción reprochable. Lo que no olvido en ese tiempo es cómo se besó el escudo del Madrid mirando a la grada del Camp Nou cuando todos le llamaban, de forma ventajista e injusta, “asesino”. Eso se llama compromiso y pasión.

Por eso me da rabia que se vaya por una cuestión de plazos temporales. El club le ofreció un año para renovar, mientras que él solicitó dos. Sé que se lo ha ganado por lo que ha dado a este escudo en esta década prodigiosa, pero entiendo que con 34 años de edad el Madrid le asegure sólo uno. Luego ya se vería según su rendimiento. Cuando yo era niño, los Stielike, Pirri y Santillana renovaban de año en año a partir de los 30. Pepe, medítalo amigo.