Recuerdos, momentos, despedidas

Lope de Vega decía que el amor tiene fácil la entrada y difícil la salida, y que razón tenía, que difícil se nos está haciendo despedirte Manzanares. Una bufanda rojiblanca y la camiseta de Kiko mi atuendo, enfrente Albertini, el Chievo Verona y la promesa cumplida de mi padre. Recuerdo, yo que vivo lejos de Madrid, que me lo merecía. Había llorado por aquel penalti fallado por Hasselbaink en Oviedo en la cocina del bar de mis padres y había visto como Ettien nos hacía un hat-trick con el Levante en Segunda.

Con once años, a mi padre le pareció que no había mejor regalo que el de ver en el Vicente Calderón el retorno a Primera División del Atlético. Entendí desde entonces el apego que se le tenía al estadio, el escepticismo que se ha vivido con el cambio, porque todo el que haya estado una o cien veces sabe que este estadio es diferente a los demás. Las cristaleras que lo envuelven, el frío y la humedad del río Manzanares, esa M-30 que mira envidiosa la comunión entre grada y equipo... Por todo esto andamos algo desconcertados los rojiblancos, sabemos que toda despedida es poca y que en los próximos tiempos estaremos un poco perdidos.

Antonio Bonastre es participante en el concurso ‘Despídete del Calderón con AS’.