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Madrid y Barça ganan, el Atleti cree

Al Madrid le quedan tres partidos: el Sevilla en el Bernabéu, el Celta en Balaídos y el Málaga en La Rosaleda. Se puede permitir un empate y aún así salir campeón. El Barça aprieta, como es su obligación, pero según vamos arrancando hojas del calendario LaLiga va estando más cerca del Madrid. Ayer tuvo, desde luego, un día tranquilo. Frente a un Granada ya descendido, víctima de unos empresarios sin tino que han convertido el club en una granja de engorde, resolvió muy pronto. Los dos primeros goles, ambos de James, llegaron enseguida. Al descanso ya se habían sumado los dos de Morata y todo estaba completamente resuelto.


No hubo partido, en fin. No podía haberlo. Esta ‘segunda unidad’ había resuelto ya salidas más difíciles como para que se le atragantara esta. Más interés hubo en el Camp Nou, donde una escapada de Bakambu supuso un 1-1 que tuvo en vilo al barcelonismo durante un buen rato. Pero lo resolvió, llegando el descanso, el de siempre, Messi. Y aun así el Barça no estuvo del todo tranquilo hasta que llegó el 3-1, ya avanzado el partido. Luego cerraría la cosa con un contundente 4-1, a través de un penalti a lo Panenka de Messi, que lleva 35 goles en esta Liga, una barbaridad. Ese penalti, por cierto, vino tras un regate espléndido por alto de Neymar. Para recordar.

Y más emoción hubo aún antes en el Calderón, donde el Atlético está en su pelea de asegurar la tercera plaza mientras carga pilas para recibir al Madrid. Han pasado los días y compruebo que, en efecto, la gente cree. Acabado el partido (salvado in extremis por Tiago, que sacó un balón casi en la raya), el público se quedó en sus localidades, aplaudiendo y exigiendo que salieran los jugadores a saludar. Y salieron, claro, a devolver el aplauso, en un acto de hermanamiento en la fe, de compromiso mutuo para un trance heroico compartido el miércoles. El Madrid va con una larga ventaja, pero no le va a ser cómoda la tarde. El Atlético, en efecto, cree.