Dolorosa. Perdió el Atlético y lo hizo de una manera dolorosa, por un 3-0 que deja la eliminatoria muy complicada para la vuelta del Calderón. El equipo rojiblanco empezó mal, como frío, luego se repuso, pero el Real Madrid aprovechó las ocasiones que tuvo al contragolpe. No funcionaron los Gabi, Koke, Saúl y Griezmann apenas tuvo ocasiones para demostrar su clase. Es un palo duro, pero toca reponerse. Nunca lo tuvo fácil este equipo. Jamás. Y jamás se rindió. Nunca. Hay pocas posibilidades pero habrá que intentarlo hasta el final en el Calderón, en el último partido europeo en nuestro estadio. Me quedo con los gritos de los aficionados del Atleti al final del encuentro: Atleti hasta la muerte se escuchaba en el fondo donde se colocaron. Atleti hasta la muerte porque este equipo nos ha dado muchas alegrías. Muchísimas.
La vuelta. Esto es el Atleti, señores. Lucha y sacrificio. Se ha perdido, pero queda una noche mágica en el Calderón. Y si no se puede pasar a la final, por lo menos habrá que intentarlo. Me manda un mensaje mi mujer y me dice que mis niños están llorando. Nada de lloros. Ni mucho menos. Hay que levantarse como lo hemos hecho otras veces. Ellos como tantos otros se han llevado un disgusto, un mal rato. Pero no es momento de reproches. Quedan tres partidos de Liga y la semifinal de Champions. El último esfuerzo por parte de todos.
Lucas. El Atlético tuvo las bajas de Juanfran, Vrsaljko y Giménez en el lateral derecho y el Cholo tuvo que colocar en esta posición a Lucas, zurdo, a pierna cambiada. Cumplió. Hay una cosa que no se le puede reprochar al canterano: es valiente, tiene ganas a la vez que es un chico humilde. Veremos si para la vuelta Simeone puede recuperar algún futbolista para esta demarcación.
Isco. El Real Madrid ganó bien y hay que felicitarle. Pero me quedo también con la jugada de la posible expulsión de Isco. El árbitro inglés no quiso saber nada. En estas acciones se ve el diferente trato entre unos y otros. Luego ya no se atrevió a sacar tarjetas a algún jugador del Atlético que lo mereció.
Hinchas. Se hicieron notar los 4.000 seguidores del Atlético que acudieron al Bernabéu. Más de dos horas y media antes del partido los hinchas rojiblancos bajaron por el Paseo de la Castellana rumbo al feudo madridista. No hubo mayores problemas, salvo cuando llegaron ya a Chamartín y algunos aficionados del Madrid les tiraron botellas. La cosa no fue a más y los atléticos fueron pasando al estadio. Los cacheos fueron exhaustivos y las fuerzas de seguridad abrieron bolsas y confiscaron lo que entendieron que pudiera ser sospechoso de causar daño. Pero hubo otros muchos seguidores del Atlético que fueron al Bernabéu por su cuenta y se mezclaron con la afición madridista. Gente que paseó tranquilamente con la camiseta del Atlético, como tiene que ser. Madrid ha dado lecciones de deportividad en las finales de Champions y esto debe seguir así.
Historia. La vuelta seguro que será caliente porque la afición del Atlético lleva siempre en volandas a su equipo, es pasional y entregada como pocas. El Calderón se llenó pocas horas después de salir el sorteo y la gente tiene ganas de ver a su equipo en este histórico partido. El 3-0 dejó a la gente muy tocada y a la afición helada. Pero el mejor homenaje que se le puede hacer a este equipo y a este entrenador es animar desde el primer minuto y afrontar el partido con fe. Atleti hasta la muerte.