Los Reyes de Europa y el Rey del Mundo

El Movistar Inter llevaba sin conquistar Europa desde 2009. Un plazo pequeño para la mayoría de equipos de fútbol sala del continente. Demasiado tiempo para un club que nació y creció con genética de campeón. Desde entonces ha visto triunfar dos veces al FC Barcelona (2012 y 2014) en la UEFA Futsal Cup: la Copa de Europa, para entendernos todos. Y desde entonces, dos veces jugó la final, y las dos veces sufrió dolorosas derrotas… Muy dolorosas. En 2010, en Lisboa, cayó ante el Benfica en la prórroga: 3-2. Y en 2016, hace solo un año, sucumbió en casa, en Guadalajara, ante el Ugra ruso: 4-3. En aquella final portuguesa tenía enfrente a Ricardinho, que hoy viste la camiseta telefónica. El mejor jugador del Mundo, cuatro veces Balón de Oro, devolvió a su actual equipo lo que le quitó aquella vez. Se lo debía.

Ante otro rival luso, el Sporting de Portugal, el equipo madrileño no dejó esta vez escapar la pieza. Puso en marcha la trituradora y se coronó en Kazajistán con varios récords. Para empezar se afianzó como Rey de Europa: ya lo era con tres títulos, pero ahora aumenta su cosecha a cuatro. Tetracampeón. En ninguno de los formatos en los que se ha jugado esta competición desde la temporada 2001-02, ningún equipo había marcado siete goles en una final, ni había ganado por esa abismal diferencia. Fue un éxito rotundo. Quizá la próxima vez que alce esta copa, quizá, lo haga con los colores del Atlético de Madrid. El Movistar Inter negocia una fusión con el club rojiblanco, muy interesado, además, en crecer hacia el Corredor del Henares, para promocionarse desde su futura sede en el nuevo Metropolitano.