Barcelona, al fin, tiene un buen derbi
Ha costado lo suyo, pero al fin Barcelona tiene derbi. Intenso, dividido, bonito y contundente: tuvo de todo. Con un Espanyol ambicioso al principio y un Barça serio y seguro durante todo el choque, los goles fueron cayeron en la segunda parte, después de que los culés lograsen aguantar el ímpetu de los futbolistas de Quique y la agresividad que la grada dispuso desde el primer minuto en el que se abrieron las puertas del RCD Stadium.
Messi brilló. Como Busquets. Piqué mandó y no entró en provocaciones. El Barça ganó un partido complicado, un compromiso marcado en rojo por Luis Enrique y sus ayudantes, y que puso a prueba la irregularidad que puede condenar al Barça a dejar el liderato que ahora posee si el Madrid no falla en los cinco partidos que le quedan para acabar la Liga. El Barça está fuerte. Llega con potencia al tramo final de temporada. Lástima de tantos tropezones durante el curso, aunque en una semana, ganar de visitante a Madrid y Espanyol le da un plus de autoestima hasta el final de temporada