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Seguramente no está siendo una temporada fácil para Álvaro Morata. En Italia se ganó con merecimiento la opción de retornar a casa, al Real Madrid, después de dar un gran rendimiento en la Juventus y terminar de explotar como lo que es, un delantero top. Con toda la probabilidad, él tenía en su cabeza participar con más asiduidad y ser mucho más protagonista en el once titular de Zidane cada partido. Tanto Benzema como Cristiano no han tenido lesiones y son dos futbolistas indiscutibles a día de hoy. Es lo que tiene estar en un club como el Real Madrid. Una plantilla espectacular, donde auténticos talentos como Isco, James, Asensio, Nacho, Lucas Vázquez o el propio Morata no tienen cabida en el equipo titular y deben esperar turno. Pero aún así, el rendimiento de estos futbolistas cuando les ha tocado jugar ha sido excepcional. Uno de los grandes méritos de Zidane es saber gestionar esta amplia plantilla, que todos se sientan útiles y que todos lo hagan bien cuando salen al terreno de juego.

Ayer fue otra muestra del excelente potencial del banquillo del Madrid, haciendo una primera media hora de juego primorosa. Morata marcó en el primer balón que tocó en una de sus mejores virtudes, corriendo al espacio, donde es letal, y sacando un gran disparo con pierna derecha. No en vano es de los delanteros con mejor promedio goleador de la Liga. Álvaro es de esos futbolistas que nunca se rinden ante una situación así y seguro que seguirá luchando para ponerle las cosas difíciles a Zidane y para ganar los títulos
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