Los pronósticos adelantaban que la carrera de Austin podía traer cambios al Mundial de MotoGP y así ha sido. Un nuevo ganador en esta temporada y un nuevo líder provisional. Pero sobre todo, el GP de Las Américas nos ha dejado valiosas conclusiones, todas ellas de suficiente entidad como para ayudarnos a entender el rumbo que deberían tomar los acontecimientos a partir de ahora. En un orden que no es de importancia, enumeremos las más destacadas. La primera, que este campeonato es muy largo y que, por tanto, no conviene ni encumbrar a nadie como campeón ni tampoco descartar a ningún aspirante antes de tiempo. El cero de Viñales refrenda que MotoGP va estar muy interesante este año, hablar de favoritos puede resultar, cuando menos atrevido.

En relación con esto destaca el flamante líder, un Valentino Rossi inasequible al desaliento. Quizá no tenga fácil ganar carreras a sus jóvenes rivales, menos aún arrebatarles poles, pero atentos a él porque la baza de la regularidad puede encauzar más que nunca su camino hacia ese ansiado décimo título mundial. Sin arriesgar más de lo necesario pero también evitando errores puede convertirse en mucho más que un veterano dando sus últimos zarpazos a la desesperada. Y ya que hablamos de luchadores, el otro protagonista en Austin ha sido Marc Márquez. El vigente campeón tampoco se rinde nunca, Estados Unidos es más suyo que de Trump y ha vuelto a dejar claro que, por supuesto, va a seguir dando guerra domingo a domingo. Así que, por si alguien lo dudaba, hay Mundial. Y un Mundial que se presenta apasionante, precioso. Dispongámonos a disfrutarlo.