La Agenda 2020 es Madrid 2020

La Agenda 2020, el paquete de cuarenta reformas para la elección de sedes que ha impulsado el Comité Olímpico Internacional, es en esencia Madrid 2020. Pero llegó tarde. El 7 de septiembre de 2013, en Buenos Aires, todo fueron lágrimas. El proyecto español, que había obtenido la mejor nota de la Comisión de Evaluación, caía en primera ronda tras un empate con Estambul, a la que nadie daba opciones, y Tokio acababa llevándose los Juegos apoyada, sobre todo, en la cartera. No se premió la austeridad. Poco más de un año después, viendo lo que se venía encima, los señores de los anillos se dieron cuenta de que había que cambiar. Pekín 2008 se había gastado 26.000 millones y Sochi 2014, 37.000. Una escalada suicida. La Agenda premia la sostenibilidad, "las instalaciones ya existentes y reutilizables"...

Es decir, premia lo que vendió Alejandro Blanco, al frente de aquella aventura que hizo virtud de la escasez obligada por la crisis, con el concepto 'Smart' (menos inversión, menos riesgos). Tokio, con los Juegos ya adjudicados, ha reducido el gasto en 2.200 millones. Ganó, pues, con un proyecto que no se ejecutará. El COI disculpa esos cambios remitiendo a la Agenda 2020. Pero en Buenos Aires no se jugó la partida bajo esas normas. Por bofetones como el que se llevó Madrid, el COI se encuentra ahora con sólo dos candidatas a 2024, Los Ángeles y París. El ciudadano no se cree la austeridad que promulgan. Por eso será difícil volver a levantar una candidatura de Madrid. Ojalá llegue. Pero como dice Blanco, hay que esperar. A que, por fin, el COI vote en relación a lo que predica. Y que nosotros lo veamos.