El Niño Sergio se hace 'major'
Seve Ballesteros hubiera cumplido 60 años este domingo 9 de abril. Una fecha muy señalada para que Sergio García haya inscrito su nombre en el Masters de Augusta. El genio cántabro vistió la Chaqueta Verde dos veces: 1980 y 1983. Igual que José María Olazábal: 1994 y 1999. Los dos mejores jugadores españoles ya tienen sucesor. Cuando esperábamos al emergente Jon Rahm, resurgió Sergio. La historia le debía un grande. Y ha pagado su deuda. Al fin. Ya lo había peleado otras veces. Muy cerca.Todo empezó en aquel 1999, cuando la imagen de un joven de 19 años enamoró al mundo en el PGA Championship: salvó un árbol con un golpe mágico y lo celebró con un original salto. Pujó por la victoria ante Tiger Woods y acabó segundo, a un solo golpe. Se ganó el apodo de El Niño. Y muchos soñamos con futuros duelos entre ambos. No los hubo.
Aun así, Sergio tuvo otras oportunidades de conquistar un major. Sobre todo en aquel Open Británico de 2007, cuando cedió en el cuarto hoyo de desempate ante Padraig Harrington. Aquella maldita corbata. El irlandés se convirtió en su bestia negra, porque un año después le volvió a doblegar en el PGA Championship. Salió del hoyo 15 en cabeza, pero perdió la ventaja en los tres siguientes. Luego también quedó segundo en el British de 2014, a dos golpes de Rory McIlroy. Otro irlandés. En el Masters de Augusta había lucido menos: cuarto en 2004. Pero ha sido aquí donde El Niño, por fin, se ha hecho ‘major’. Quizá le ha motivado el empuje de Jon Rahm, ese aliento descarado que soplaba en su cogote. O quizá ha sido Seve quien empujaba, en el día de su cumpleaños. Sergio ya tiene su grande. La historia se lo debía.