La patente del creador de sueños
Un gol se asemeja a un orgasmo. Así lo concluye un estudio científico de la Universidad de Coimbra, según el cual el fútbol activa los mismos circuitos cerebrales que el amor. Y eso explica muchas cosas. Por ejemplo, que gracias al incansable Aduriz los hinchas del Athletic no vayan a necesitar nunca pastillitas azules o que los pericos experimentaran el viernes, con la remontada en dos minutos ante el Betis y el golazo de Reyes en el 90’, una erupción de sentimientos desbordados. Pero esa simbiosis a nivel neuronal entre el fútbol y el amor también explica algo más profundo. Por un lado, cómo va calando este creciente proyecto en un Espanyol que empezó el curso muy necesitado de cariño. Por otro, la constatación de que, pase lo que pase en el futuro, Valverde será siempre querido.
La conclusión de los científicos de Coimbra bien podrían haberla extraído de esa relación de los pericos con el ‘Txingurri’. Y ni que decir tiene que también del gol de Jónatas, en el que un orgasmo hasta se quedaría corto como explicación. Valverde encaminó al Espanyol hacia la excelencia, al ser capaz de unir fútbol atractivo y grandes resultados. Fue el precursor del “síndrome de la felicidad” que ahora busca Quique. Patentó la figura de “creador de sueños”, cuyos royalties ha pagado gustoso el actual entrenador para devolver esa sensación de euforia estable, más allá del instante fugaz de un gol. Y justo hoy se cruzan esos dos caminos para los pericos: la búsqueda de la felicidad con nombre europeo ante la persona que la propició, como jugador y como técnico. Que vengan de Coimbra y lo vean.