Chau, Chapu... Ya puedes pescar tranquilo

Andrés Nocioni es único. Y lo digo por muchas razones, pero especialmente por su forma de tomarse el baloncesto, que desde la temporada 2017-18 será pasado en él. Anuncia su retirada de las canchas y lo hace con sentido del humor, lo que se agradece. Lo resume todo en una frase: "He decidido madurar, señores". Chau, Chapu, diría un argentino. Y seguramente temblándole la voz, porque Nocioni ha sido parte fundamental de la mejor generación de baloncestistas que ha disfrutado aquel país.

Nocioni tiene ya 37 años, una edad de gallina vieja con la que algunos aún pretenden seguir haciendo algún caldo que otro. El mejor caldo, ¿verdad, Valentino? Rossi (cumplió ya 38 el pasado febrero) sigue peleándose sobre el asfalto, pero Andrés considera que lo mejor ya ha pasado y que hay que dejar vía libre a los más jóvenes. El año pasado, en los Juegos Olímpicos de Río, el santafecino ya anunció su adiós a la selección. "Acá no hay vuelta atrás", dijo tras la derrota ante Estados Unidos.

No le van a olvidar ni en Vitoria, su puerta de entrada al baloncesto español, ni en el Real Madrid, donde sus compañeros pueden dar fe de su enorme compromiso. Aunque muchos aficionados sólo le vean "tirar toallas, patear bancos o insultar al aire", como bien dice en su comunicado de despedida, Andrés es mucho más. Un jugador comprometido como los quiere Pablo Laso. Hay que morder incluso aunque no se juegue.

Aquel triple en el Argentina-España de 2006

El propio Andrés lo dice al final del primer párrafo de ese comunicado de 10: "Me voy antes de que me echen". Sabia decisión de un tipo que no se arrugó en la NBA y cuyo principal hobby nada tiene que ver con las batallas y la adrenalina: la pesca. Alguno dice que nació con una caña en la mano; por si acaso, las lleva en el maletero del coche. Su padre le aficionó a buscar la paz en los ríos. A partir de ahora tendrá todo el tiempo del mundo para perderse en un meandro de Álava o perseguir salmones en el río Michigan. Gracias, Chapu, por todo. Incluso por aquel triple errado en la semifinal contra España del Mundial 2006, que nos permitió luchar por el mayor oro de los que ha disfrutado el baloncesto español. Un baloncesto español que te echará de menos. Eres parte de él.