El esperpéntico día en que la UCI aplicó sus propias reglas
El jurado técnico de la Volta a Catalunya, que preside el italiano Ernesto Maggioni, ha batido el récord mundial de líderes en una sola etapa, sin mediar ningún caso de dopaje: Rojas, Valverde y Hermans. La esperpéntica situación se originó el martes en la contrarreloj por equipos de Banyoles por una mala interpretación del reglamento, o por la nula voluntad inicial de interpretarlo como se debía. La normativa dice claramente que los ciclistas no pueden impulsarse entre ellos, ni siquiera los de la misma escuadra. Y las imágenes demostraron que tres corredores telefónicos sí lo hicieron. No fueron unos empujones determinantes, sino un ligero contacto, tan improductivo como fácil de evitar. Seguramente el Movistar no sacó ninguna ventaja de ello. Pero el reglamento es el reglamento.
“No recuerdo el día en que la UCI aplicó sus propias reglas”, escribió con ironía Jasper Stuyven en las redes sociales, en una de las innumerables quejas del pelotón sobre la confusa decisión del jurado: tres minutos a Rojas, dos a Amador y uno a Oliveira. Tuvo que llegar la propia UCI, a la mañana siguiente, para desdecir a sus jueces. La sanción de un minuto al Movistar es justa con el reglamento en la mano. Otra cosa es que ese reglamento, según está hoy redactado, sea justo para juzgar el espíritu del equipo en la crono. Un día después, Valverde ganó en La Molina. Una forma de reivindicar al Movistar, sin duda el más fuerte contra el reloj, con empujones o sin ellos. Y Van Garderen, el primero que denunció las irregularidades, se vistió de líder. Una forma de demostrar que no sólo se corre con las piernas.