Bayern, querido enemigo
Desde crío crecí con una rivalidad creciente con ese Bayern Múnich que todos los de mi generación veíamos como un equipo altanero y algo prepotente. Esos alemanazos de casi dos metros nos tenían comida la moral en los años 70 y 80. Desde aquella noche de autos con el Loco del Bernabéu y su agresión a Linemayer, hasta los lamentables cuernos que Augenthaler dedicó a la afición blanca. El Bayern también se retiró del campo en un Trofeo Bernabéu. Duros, sobrados, siempre sacando lo peor de nosotros. Provocaron que nos cerraran el campo un par de partidos, lograron que Mino hiciera un penalti más infantil que Barrio Sésamo y hasta lograron que en un 2-4 en Chamartín nuestro niño Casillas pareciera transparente… Pero todo eso es pasado. Gracias, sobre todo, a Ancelotti, el Maestro…
Carlo fue el que nos enseñó el camino para perder el miedo y desterrar los complejos ante el Bayern. Ese 0-4 en Múnich ante el Bayern de Guardiola siempre estará entre los partidos de cámara de un buen madridista. Los dobletes de Sergio Ramos y Cristiano en el Allianz Arena le pesarán mucho a los germanos en la ida que se jugará allí. Esa humillación histórica dejó huella. Claro que será una eliminatoria brutal, pero lo bonito será el abrazo que el Bernabéu dará en la vuelta al maestro Ancelotti con su discípulo, Zinedine Zidane. Los dos artífices de la Décima junto a Ramos. Será una fiesta del fútbol entre los dos mejores equipos de Europa. Creo que el factor campo será determinante. Jugarse los cuartos en casa es siempre un seguro de vida…